ITALIA
No puede faltar una visita a ese país sede de la ciudad eterna. Donde creció y se desarrolló la civilización de occidente: el gran Imperio Romano. Donde inició el gran movimiento del renacimiento: Florencia, comercio y los mares: Venecia.
De norte a sur es una experiencia inolvidable, paseando por los pueblos entre las montañas, pasar por los valles de viñedos, parar en esas ciudades emblemáticas, enorgullecidas con su extraordinaria arquitectura y monumentos, que como muchos coincidiran; se puede hablar que Roma es un museo al cielo abierto, al igual que otras muchas ciudades de Italia.
No estaba nada errado Miguel Ángel al pedir a su escultura que hablara. Solo ver La Piedad, la piel se eriza, se hace un nudo en la garganta y lagrimean los ojos. ¿Cómo es posible que una piedra de mármol blanco pueda transmitir tanto sentimiento? Así como la Fontana de Trevi, El David y un largo etcétera.
Descubrir en medio de las calles estrechas y oscuras de la noche la enorme e iluminada catedral de Florencia, mientras un violinista armoniza la noche estrellada bajo tal majestuosidad. Pasear en una cálida tarde por los estrechos canales de Venecia mientras escuchas a los gondoleros cantar con su tenórica voz “o sole mio” son momentos mágicos.
No se puede dejar de saborear una deliciosas pizza, un vino tinto y de postre un Gelatto, sin duda, sentado con la vista a un calmado río enmarcado por hermosos puentes. Aunque la experiencia culinaria es más extensa y diversa no acabarías de probar en cada pintoresco pueblo sus deliciosos manjares de la comida mediterránea y la gran diversidad de vinos.
Uno puede pasar horas tratando describir cada momento, cada historia, cada escultura, cada lugar, es interminable la riqueza cultural, histórica y artística en esos lugares, sin duda, no puedes morir sin antes conocer la bella Italia.
Diego Fernandez Del Valle